«Dicen que cuando llegues a la estación correcta, comprenderás por qué tantas veces te dejó el tren»

En la travesía de la vida, a menudo nos encontramos con situaciones en las que pareciera que hemos perdido oportunidades valiosas, como si el tren de las oportunidades nos hubiera dejado atrás. Sin embargo, la sabiduría de esta experiencia radica en la creencia de que, al llegar a la estación correcta, comprenderemos por qué tantas veces nos dejó el tren. Cada elección, cada demora, se convierte en un hilo en el tapiz de nuestra existencia. Las oportunidades perdidas no siempre son señales de fracaso, sino un preludio de algo más grandioso que está por venir. Al comprender esto, encontramos consuelo y confianza en el viaje, reconociendo que cada parada y desvío nos lleva a nuestro destino final, revelando un panorama que solo se despliega cuando llegamos a la estación correcta.

«En cada desvío y cada espera, estoy forjando mi propio camino hacia la estación correcta. Cada retraso es una oportunidad para aprender y crecer, y cuando finalmente llegue, la victoria será aún más dulce por todo el viaje superado».